El otro día leí en Internet un artículo del rabino Evan Moffic, que para mí tiene mucho sentido. El último párrafo decía así:
Un buen ejemplo de alguien que hizo eso es José, del Antiguo Testamento. A sus hermanos que le habían hecho un terrible daño, les dijo: «Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas».2
Me he dado cuenta de que yo también, al igual que el rabino Moffic, tiendo a reescribir la historia y la paso por lo que podría considerarse un filtro de lo innoble y viciado, una especie de aerógrafo que se deshace de todo lo malo, o que incluso si no lo borra, lo relega en un lugar de menor importancia que el que tuvo en su momento.
Así y todo, en mi caso hay ciertas cosas que tengo que esforzarme por redefinir cuando tomo conciencia de que me estoy desviando hacia la parte sombría del jardín de mis recuerdos. Tengo entonces que redirigir mis pensamientos siendo indulgente o comprensivo con la persona o situación que me produce molestia, o señalándome a mí mismo que aunque quizás no le vea nada de bueno en ese momento, ello no invalida la promesa divina de que hará redundar todas las cosas en mi bien porque soy Su hijo.3
Una táctica que me ha resultado muy eficaz es emplear la siguiente lógica: «Fulana de tal hizo algo que me irritó, pero estoy seguro de que yo también la irrité a ella y que lo más probable es que a ella le resultaba tan difícil convivir conmigo como a mí con ella».
La vida es un asunto complejo y tiene muchos matices. Tuve que reconocer que muchas de mis valoraciones han sido simplistas y aceptar la realidad de que no me encuentro lo bastante bien informado como para emitir juicios cabales respecto a muchas cuestiones. Creo que al dejar de esforzarme tanto por comprender a las personas y las situaciones apoyándome en mis limitados poderes de percepción y al basarme más en las certezas que tengo de dichas personas y situaciones a la luz de la Palabra de Dios, en realidad logro entenderlas mucho mejor.
1. http://michaelhyatt.com/we-are-what-we-remember.html
2. Génesis 50:20 (NTV)
3. V. Romanos 8:28